"... he fijado las plantas en el lugar de mi destierro, ya sólo me consuelan las lágrimas, que saltan de mis ojos más abundantes que el agua de las nieves en primavera. " Ovidio
Ella desea morir y el destino
ni esa gracia le ha concedido.
El dolor de una vida solitaria
le atenaza el corazón y los sentidos.
El Dios al que le reza aún postrada
en silencio la ha abandonado.
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