Voraz e imponente
Sangrienta y corrupta la luna
devoró veloz el camino, la cuidad
la arboleda y sus sombras
que jugaban relajadas
mientras nacía diciembre.
Abrasadora y magnífica
Surgió detrás de la franja
de destellos naranja oro
que se difuminaba
en la suave calma del agua.
Absortos nuestros ojos
bajo su influjo
se paralizaron
sorprendidos
extasiados
testigos imperfectos
del magnífico milagro.
Hermoso. Lográs transmitir algo que difícilmente se pueda sentir sin estar ahí, y eso es mucho.
ResponderEliminarGracias Marce, Abrazo grande!
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