Se diluyeron los sonidos
Los recuerdos, los dolores
Se me embriagó el alma
de brisa, de silencio,
de versos y poesía.
Quise atrapar un rayo,
la lluvia quise alcanzar
quería borrar tus huellas
ella nunca lo logró.
El rayo se me escapó
y el cielo dejo de llorar.
Con gibosa menguante
él me llamó incesante
golpeteando mi ventana
decidido y rebelde
viajero incansable
de todo tiempo y lugar.
Nadie sabe de donde viene
nadie sabe a donde irá
sin origen ni destino
pero conozco su andar
es tu alma peregrina
que me viene a visitar.
De azul se vistió la noche
De frescura y eternidad
Hoy una estrella nueva
en el cielo se puso a brillar.
Hoy supe que mis suspiros
Han dejado de errar
ellos vuelan a tu cielo
pues te quieren acompañar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario