Clavóse una
mirada fulminante.
Deshaciéndome
de sensaciones
Secreta sedosidad
de tus humedades
en las
luces de tu cabello me retuerzo,
erizándome
ante el roce de las dermis
apilo
espasmos que contengo .
Galopante y
salvaje el corazón se revela.
Me arqueo endemoniada
y placentera
Mariposas,
mariposas danzan en mi vientre.
Suspendida
por la magia de tus yemas
Elevada
entre la suavidad de la piel joven
y la
perversión de la mirada impenetrable.
Se anuncia
el estallido pleno,
de todos mis
sentidos hechos uno.
Me paro al
filo oscuro de un abismo
Que dibujan
unos ojos rasgados y sombríos
Muestra misma
de pecados no cometidos.
Ay ¡ esos ojos
ígneos recorren y separan,
la bravura
del placer acrecentado,
de la paz de
un éxtasis único irrepetible
... pero imposible.
... pero imposible.
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