Los pájaros que habitan los mistolares,
El viento entrando por la ventana,
el silencio de la siesta sagrada,
el fresco de la galería de adobe,
la danza continua del terebinto,
de la infancia esa acogedora paz
nos embriaga..
"... he fijado las plantas en el lugar de mi destierro, ya sólo me consuelan las lágrimas, que saltan de mis ojos más abundantes que el agua de las nieves en primavera. " Ovidio
Los pájaros que habitan los mistolares,
El viento entrando por la ventana,
el silencio de la siesta sagrada,
el fresco de la galería de adobe,
la danza continua del terebinto,
de la infancia esa acogedora paz
nos embriaga..
Un brazo dejó en un armario.
La lengua quedo en un cajón.
Las piernas en algún camino,
sus pedazos fueron regando
cualquier escondido rincón.
Esas pequeñas partes
de aquella enorme mujer,
se fueron deshilvanando
hasta que su recuerdo incluso
el viento olvidó.
Se perdió en una de sus cuitas
Preguntándose porque
no dejo que alguien la amara
tan solo por lo que es.
Una caída de chica
garabateó mi rodilla.
Tres puntos de cada parto
a veces se hacen notar.
Piedras no tan preciosas
tuve que desterrar.
Y un collar desprolijo
mi garganta desadorna.
Mi cuerpo tiene cicatrices
ya no duelen, en verdad
solo son marcas
souvenirs de la edad.
Las que duelen son las otras,
esas que no se ven.
Ah! Tengo tantas cicatrices!
No sé por dónde empezar,
quizás necesite un costurero
que me ayude a
remendar
este corazón hecho pedazos
simplemente por soñar.