Ahí estas…
en la danza
de una hoja
cautivada
por el viento.
En
esculturas de nubes
dibujantes
del camino,
amigo que
da respiro.
En la
melodía de las aves
en el
viento que camina.
En las
gentes…
en sus idas
y venidas.
En la brisa
…
en las
calles y avenidas.
Ahí estas…
y te percibo,
en las
manos de los niños
en la llama
de un camino.
En la vida
que respiro,
en un
eterno suspiro.
Ahí estás…
y no te olvido
Tú… el
ángel que me cuida,
con
sonrisas que iluminan.
Ahí estas…
amigo mío
de la mano
del lucero
sonriéndole al destino.