La soledad
es un nido
en un árbol olvidado, un día gris
ya acurrucada en él,
es difícil salir de su holgura,
aunque el agua esté por taparte.
La tristeza es ya no encontrar formas
en un cielo repleto
de nubes.
Así el olvido
esa silueta que se diluye
en el horizonte,
de un atardecer ceniciento
consume hasta los huesos.
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