lunes, 21 de noviembre de 2011


Anidan en sus ojos mil noches de desvelo
Opaca es la estrella que muere en sus pupilas
Disipando el vacío de la muerte compañera
Sin sueños, sin risa y en silencio inaccesible.


Anidan en su pecho mil llantos contenidos
es la voz de los tambores al son de los recuerdos
se aquietan cuando el llanto corre santo como el río,
se agitan cuando grita una lágrima embravecida.

Será su alma un nido yerto, donde aulla la locura?

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