sábado, 19 de noviembre de 2011

Río

Es la sonrisa pálida esta noche

enrarecida con mantos de neblina;

la que advierte apagarse las estrellas,

que una vez anidaron en sus ojos.



Y es el río de plata el que me hechiza

Con purpurinas esparcidas en su lecho;

Que la luna exalta tenue desde lejos

Al apagarse el sol sin mucha prisa.



Y es el río de cemento el que me eriza

Iluminado por la luna y por su llanto;

A surcar con el viento las distancias

Que se unen al rozar el horizonte.


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