La pasión llegó a mi puerta,
y sin pensar la dejé entrar.
Invadió todas mis curvas,
sin tiempo ni ilusión.
Uno a uno mis secretos,
con sus manos delineó.
Susurró frases al oído
Mis deseos descubrió
Y en jadeos
y suspiros
Uno a uno se
tornó.
Voces de pieles encendidas
en el ciego silencio otoñal
se acallaron sujetando
esa intensa exaltación.
Caudal de aromas frescos
Sentí llover sobre mí,
escudriñar secretos,
descubrir a donde ir.
La pasión golpeó en mi puerta.
… y no la pude dejar ir.
Excelente!!! mi cabeza no deja de volar. besos karu
ResponderEliminarGracias! y yo no dejo de soñar!! Bezaso
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