lunes, 4 de junio de 2012

07:55

Despertar con los suspiros que te roba la brisa,
es un vicio en el que espero, nunca dejar de caer.

Encontrar tu mirada junto a la mía y tu sonrisa
es la gloria que me hace, en tus ojos desaparecer.

Dos cuerpos arrebatados se desempolvan sin prisa,
una fría mañana de mayo con aroma a café.

Y tus manos, se aferran sin pudor y sin premisas
mientras tus labios ávidos, me logran perder.

2 comentarios:

  1. Te comentaré aquí estos dos últimos poemas de pasión madrugadora.

    Que bello amanecer con alguien que despierta esos deseos en ti y que además te corresponde.

    Siempre el acercamiento físico de la madrugada fue a mi parecer el más excitante y bello.

    De nuevo la sexualidad más sensual vuelve a tus letras, amiga.

    Tan breves como hermosos.

    Besosss.

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    1. Amigo, coincido en que la madrugada es especial para la pasíon, me parece que es un momento en el que el escudo que pone nuestra conciencia a nosotros mismos, se suspende entre sueños y realidad , y deja aflorar nuestros sus más intimos y naturales deseos.
      Me gusto tu comentario Tano, gracias por pasar.

      Bezasos amigo

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