Como la
ráfaga
que acaricia
las esquinas
sin pretender
fijarse en ellas.
Como el aire
que no conoce
rémoras
O como el silencioso
lecho
que deja
cabalgar al río
sin querer
retenerlo.
Como el
deshielo
que crea
cada primavera
o como el
viento
que surca
los paisajes.
Como la flor
que se abre a
la abeja
capaz de darse
íntegra.
Como la
música
que invade épica
hasta la última
gota del ser.
Como la ígnea
estrella
que vigila
desde lejos
Como todo
eso que no sé
y no importa
saber
blanca y
desnuda
simple y
fugaz
fresca y
callada
sin tiempo
ni pudor
Así te amo,
libre
y sin
poseerte.
Hermoso tu poema, amiga, y desde luego, despojado de todo egoismo y pretensiones malsanas su contenido. Metáfora tras metáfora no dejas ningun asomo a la duda sobre tu intención.
ResponderEliminarBesazossssss.
Tano, amigo, yo no se si es bueno o malo amar así...sin celos, sin tiempo, sin nada mas que el dar, sin nada que esperar. Lo que si puedo saber es como vos decis, no hay egoismo ni pretensiones malsanas que oscurezcan el sentimiento. Gracias por pasar , siempre me alegra mucho tu paso por mi rincón.
EliminarBesos miles