Por esos grandes sueños humillados
Por las caricias en el aire suspendidas
Por aquellos besos nunca dados
Ó dolorosas quimeras descorridas
Cuando a causa suficiente contenemos el respiro
Aparece de repente, sin cautela y como embrujo.
Imprevisto como rayo, que ilumina en tiempo justo;
escapa aunque no quieras, y se presenta aquel suspiro.
Gestado en tristezas varias, con cada beso no dado,
en caricias que quedaron, secretas en tus manos.
Atrevido pero honesto, surge suave y se desgasta.
Pedacitos de alma que huye, delicados dicen: basta!
Arrebata y lleva penas, que ha disecado el tiempo
Mendrugos de voluntades que se pierden en el viento
Son ángeles escondidos, tras nuestro adormecido aliento.
Acaso alguien puede saber, donde habitan los suspiros?
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