Derramemos
hasta
la última gota de amor
en el
épico despertar
de un
día sin sol.
Vamos!
déjame beber del cáliz
de tu abundancia etérea.
Derramemos
hasta
la última gota de amor
sobre nuestros cuerpos,
en esa danza de suspiros
que hacen perpetuar,
un réquiem sobre tus besos.
Imprégname de ti
hasta hacer sangrar las letras
que escriben mis gemidos
y recitan en suspiros
la sal de los sudores
y la fiebre de estos roces.
Olvidemos la indolencia
de una mañana agrietada
batámonos a duelo
no somos más que dos cuerpos
que se mecen
en el tormentoso abismo
del calor que los consume.
Bebámonos hasta el cansancio
derramando sin pudor
hasta la última
dulce
gota de deseo.
Pasas radicalmente del más puro platonismo a la atracción carnal más apasionada.
ResponderEliminarVuelta a tu descarnada y bella sexualidad plasmada en poemas anteriores.
Te has convertido en una auténtica catedrática en la materia, amiga.
Abrazo largooo...
jajaja catedrática dices ! no será mucho?
Eliminar... a veces estamos tristes a veces alegres, a veces carnales, otras platónicos... son simplemente esbozos de humanidad creo yo.
Gracias por tu visita y por tu lectura fiel amigo.
bezasos