viernes, 27 de mayo de 2011

Fenix




Suave como el mar que da  ternura al litoral

con agua de vertiente, baño mis fragmentos

y redimo mi alma de una trampa de coral.

Suave y  gris es el camino donde transitan,

nómadas  y sin destino mis sueños y el viento.

Y es testigo el tiempo del lugar donde habitan

la fuerza y el temple que innato florece

como emerge la hierba, que de pudor carece.

Así, como el ave que de su ceniza renace

me desperezo en el templo del voraz olvido.

Y retomo al sendero por el que había partido

Con una balada en los labios, bien besados;

Pateando distraída, sentimientos ahuecados.

Como el ave que, de su ceniza renace

abro la puerta a este amanecer que nace.

No hay comentarios:

Publicar un comentario