Oh! Si, he caído en tus labios finos,
bebiste mi alma de un sorbo.
Oh! Si, he caído ante tus ojos felinos
cual hoja dorada de otoño,
suave e inevitablemente.
Oh! Si, he caído en tus brazos peregrinos
llegando al séptimo cielo.
No es obra divina esto que hablo
hoy tiene otro sentido cada palabra
claramente es una obra macabra
de la que tiene la culpa el diablo.
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