Desátame el corazón
De una vez y para siempre
Que lo tengo preso de amor
sin saber ya como vivo.
Desátalo para que corra
desnudo en la alborada
que vuele en los senderos
y respire madrugadas.
Desátame el corazón
para que bese las estrellas
Ausente de pena
ó injustos temores .
Déjalo purificar tus ansias
Beber tus tristes alegrías
Tejer reminiscencias
En tus sueños de fantasía.
Déjalo ser la brisa
que te bese la frente;
beso mudo que nace en la mirada;
permítele encontrar tu risa
en el canto de un infante.
Bello poema, de deseos apretados y emociones dulces que pugnan por abrirse. Me gustó mucho, saludos!
ResponderEliminarHola Marcelo! que sorpresa tan grata. Gracias por pasar,
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