En un amanecer donde el tiempo se detuvo,
Estamos solos, el camino y yo.
Sintiendo el deseo de ver mi alma desnudarse en la llanura amarilla
ante la inmensidad de esas grandes soledades,
donde se niega el viento al paso lento de mi tranquilo andar
donde el camino adormece el espíritu
y conduce al limbo del ensueño en las rutas del Rio Negro
en esas Rutas donde atardece tranquilo precediendo noches de lunas quietas y plateadas
amanece en las grutas mientras el cielo espera que los ángeles lloren
En un amanecer donde el tiempo se detuvo,
Estamos solos, el camino y yo.
avanzo hacia las puertas del paraíso.
Mientras me adormece la densa llanura,
ventosa y polvorienta del Chubut y su misteriosa grandiosidad.
Pasan a mi lado las estepas áridas amantes del viento
donde cielos especiales
y Alamos blancos bordan los caminos hasta llegar a una Laguna azul,
rodeada de leyendas que liberan la imaginación.
En un amanecer donde el tiempo se detuvo,
Estamos solos, el camino y yo.
Llegando a los confines de la tierra, es el Calafate
desparramado e insistente el que adorna los caminos del pacifico
y Lengas forman un bosque peinado por el viento.
En un amanecer donde el tiempo se detuvo,
Me hallé parada frente a la puerta del fin del mundo.
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