A veces mastico versos
en la letanía de una noche sin luna
Ó releo recuerdos
en la lejana esperanza que oculta la bruma.
Se que no hay canto
más calmo que el de la noche al morir
Ni risa más pura
que la del sol al nacer.
Que no hay olvido más dulce,
que olvidar mi piel en tu piel.
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