jueves, 8 de marzo de 2012

sin madrugadas

Gaviotas trasnochadas surcan los cielos;
el viento feroz espera en mi ventana
un soplo de vida que no llega.
Destellos de luna se entrelazan
jugando entre nubes ocre y rojo.
El silencio de tu alma me gobierna
Y tu rostro se difumina en mi memoria.
El sol aun dormido parece que agoniza
y mi ojos
ya no alcanzan la madrugada.

2 comentarios:

  1. Muy buen poema, bien cerrado. Me gustó! Saludos.

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    1. Gracias Marcelo, sabes? ese poema tiene un par de años, pero no lo habia publicado nunca. Son esas cosas que quedan dando vueltas inconclusas y que un día surgen, se desperesan y te llaman... jaja
      Abrazo , gracias por pasar

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